La gastronomía arroyana goza de una gran importancia, siendo rica y variada. Destacan platos típicos de pescado, cárnicos, dulces y bollería, sin olvidar el vino casero, de gran prestigio. Por destacar, citar el frite extremeño, la escabechera de tencas, la liebre y el conejo, las coles con buche, el gazpacho de poleo, puchas, mojo de pardillas, migas, chanfaina, tencas y carpas fritas, sopa de almendras, mojo de patatas, escabechera de patatas, sopa de ajos, sopa de huevos, guiso de boda, engañabobos, escabechera navideña, tencas a la cazuela, potaje de castañas, bollos de chicharrones y las morcillas frescas.
La gran tradición culinaria de Arroyo de la Luz va unida a sus fiestas, comenzando con los carnavales, en los que se cocinan las sabrosas coles, famosas en todos los alrededores, con el ‘condío’ (el chorizo, la morcilla, el buche, el tocino…) y las natillas de postre.
Siguen los viernes de cuaresma, con el potaje de garbanzos y judías blancas con espinacas y bacalao.
En Semana Santa las tortas de la Luz son el dulce estrella, y también son típicas las perrunillas, las roscas fritas, las roscas de vino, las galletas rizadas, los coquillos, las magdalenas caseras y las flores con miel.
El Domingo de Resurrección y el Lunes de Pascua, día grande de Arroyo, lo son el frite de cabrito y cordero lechal, así como la chanfaina, el moho de patatas y las migas con torreznos.
Por San Gregorio, patrón de la Villa, se empiezan a comer las ricas tencas, famosas en toda Extremadura y que ya en tiempos fueron apreciadas por el Emperador Carlos V, que en uno de sus viajes hizo una parada y fonda en la localidad y alabó “este rico pescado”.
De gran interés es la ‘Fiesta Gastronómica de la Tenca’, que se realiza tanto en Arroyo como en el resto de los pueblos de la Mancomunidad de Municipios Tajo-Salor. Se celebra en la segunda quincena de agosto y cada año se celebra en una de las poblaciones que integran la Mancomunidad. En la fiesta se invita a los asistentes a degustar tencas fritas acompañadas de buen vino.
En época de verano lo que no suele faltar en cualquier hogar es el gazpacho, hecho a base de tomates, pepinos, pimientos y cebollas.
Con la llegada de la Feria de Septiembre se preparan dulces caseros, como magdalenas, perrunillas, bolluelas…, todos a base de huevos, azúcar, harina y manteca.
Ya en Navidad, el pavo y los pollos caseros criados en el campo, en una salsa de pepitoria, a base de almendras, azafrán, cebolla y ajos, así como un buen chorro de vino de la tierra o la sopa de almendras, son platos muy tradicionales.
De gran calidad son también los embutidos de Arroyo, como el lomo, el chorizo y el jamón, y, por supuesto, las famosas ‘Morcillas frescas de Arroyo’; así como los vinos caseros ó de pitarra, de elaboración propia y muy valorados.